Cuando la realidad nos atropella, una y otra vez, ante la impasibilidad general
Primero fue la DANA valenciana, luego el apagón del pasado 28 de abril y ahora, tras un nuevo temporal en las costas mediterráneas, diferentes municipios y poblaciones de la zona llevan seis días sin servicio alguno a la red de agua potable. De esta guisa y una vez más, en poco más de año y medio, más de uno hemos tenido la posibilidad de constatar en primera persona el nivel de inoperancia estatal, provincial y municipal, al que estamos sometidos la mayor parte de la ciudadanía de este país.
Un baño de realidad reiterado que, lejos de abrirnos los ojos, pone de manifiesto ese nivel de desidia colectiva, corruptela política y derrumbe institucional en el que vivimos desde hace ya demasiados años. Porque una cosa queda clara desde el momento en el que se altera nuestra cotidianidad de una manera brusca: No hay “plan B” alguno con el afrontar el más mínimo problema que se presente.















































