«Cuentos chinos en castellano»
A falta apenas de unos días para concluir este 2024 tengo la impresión de que este ha sido el año que más deprisa ha pasado de mi vida. Dicen nuestros mayores que conforme vas cumpliendo primaveras, esta sensación de velocidad y abismo existencial se va incrementando de manera proporcional. Es decir, que el paso del tiempo como tal se convierte por momentos en una acción cada vez más efímera y volátil. De igual modo, echando la vista atrás a los últimos 12 meses, también estoy plenamente convencido de que en este 2024 ha sido el periodo de mi existencia en el que más “cuentos chinos en castellano” he escuchado.
Ya sean nuestros políticos, esos que nunca defraudan en este aspecto, o algunas de las personas que me rodean, en infinidad de ocasiones me he sentido timado en modo y forma por algunos de ellos-Supongo que este sentimiento también se habrá dado de forma inversa, así que pido mis más sinceras disculpas a todos aquellos a los que haya podido defraudar-Y no, no hablo únicamente en términos económicos (Hacienda somos todos), me refiero también a muchos de los aspectos cotidianos de los que depende nuestra supuesta felicidad.
