Cajón de sastre

Goya, «La gata que venía del cielo»

Hace unos meses tuve una lectura a la par de entretenida que de enternecedora: “El gato que venía del cielo”, del escritor japonés Takashi Hiraide. En ella se va desarrollando una historia, a lo largo del tiempo, en el que el propio escritor y su esposa, así como un gato callejero, forman el trío protagonista de la misma. Un servidor, mientras abordaba la trama propuesta por el autor nipón, no podía evitar las comparaciones, esas que en muy pocas ocasiones no se convierten en odiosas, por la similitud entre los hechos argumentativos de la obra, con los acaecidos en mi propia vida a lo largo de los últimos años.

Grosso modo, mi mujer y yo también terminamos adoptando una gata de la calle que, por momentos, pareciera haber llegado desde un mundo muy lejano para acometer una misión; la de acompañarnos en este transitar llamado vida. La misma donde unos se apean sin explicaciones o porqués y otros entran de modo enérgico para ponerlo todo patas arriba y cambiar el rumbo personal de los que aquí nos quedamos consumiendo ese tiempo extra que se nos ha otorgado.