Hamid, el hijo del frutero
Hamid no tendrá más de nueve o diez años. Es hijo de Abdellatif, el cual conozco desde mi época de instituto, hace más de 25 años. Es un marroquí de segunda generación que llegó a España cuando apenas era un crío de la mano de sus padres en busca de un futuro mejor. Hoy, décadas después, es un hombre de bien, que posee su propio negocio, trabaja de lunes a lunes e intenta llevar una vida tranquila.
Su hijo pasa con él las tardes de sus vacaciones, en cualquier fecha del año, en el comercio donde este vende frutas y verduras, así como algunos alimentos de primera necesidad. El crío se afana de manera curiosa en todo aquello que su padre le enseña. Según este último, hay que intentar infundirle una serie de valores con los que, en un futuro, valore todo aquello que posee y que no es más que fruto del trabajo duro por parte de él y el de su familia.
