UMC

Mentir, mentir y mentir

Las elecciones generales están, como aquel que dice, a la vuelta de la esquina, y los políticos que concurrirán a ellas, mentirosos, compulsivos, con titulación en alguna universidad especializada en la materia, no hacen otra cosa que mentir sin control. Lo hacen, una y otra vez, allá donde se presentan para ser entrevistados por el periodista de turno que, cargado de paciencia, tiene aguantar que le estén contando mentiras “tralará´”, una tras otra, sin que el fulano de turno se inmute por ello.

Esta pequeña reflexión viene tras haber visto un video donde el economista Juan Ramón Rallo expone de manera certera como, todos y cada uno de los representantes de las fuerzas políticas más importantes de este país, mienten de manera compulsiva cada vez que abren la boca. Aquello de “cada 10 cosas que dices, once son mentira”, se queda corto para definir la actitud chulesca y despreciable que muestra esta gentuza de manera sistemática.

La mentira como forma de vida

Más allá de esta situación, algo que llevamos viendo y sufriendo a lo largo de los últimos 40 años, más o menos, lo sorprendente del asunto es como, generación tras generación, todos aquellos españoles en edad de votar se siguen creyendo el cuento de la lechera y, llegado el momento, echan la papeleta con su voto al dorso, en la urna de turno. Y digo sorprendente por no decir directamente patético y desolador.

¿Cómo es posible que en la actualidad, con el nivel de información al que estamos sometidos, la facilidad para poder hacer uso de esta y en definitiva la multitud de mecanismos que poseemos para no ser engañados, que sigan haciendo con nosotros lo que se le antoja y además pareciera que estuviéramos agradecidos por ello?

Pues yo honestamente no tengo ni idea. Quizás mi conclusión de que estamos sometidos al yugo de un Matrix invisible, que todo lo puede y nos maneja como marionetas, va tomando fuerza en mi subconsciente para poder razonar de manera serena este desvarió general y la forma de actuar de buena parte de los que me rodean. Por otro lado, he de decir que me importa entre y poco nada a quien vote mi hermano, mi vecino, o la madre que lo parió a este. Nada va a cambiar.

Récord de la mezquindad, falsedad, irresponsabilidad, ilegalidad y muchos otros “dad” que me voy a ahorrar tener que repetir.

Hace apenas unos días, caminando como cada tarde con mi mujer, le comentaba a esta que, el amigo Feijóo, de llegar al poder, iba a dejar por bueno al neurótico y casi psicópata de nuestro presidente actual; Pedro Sánchez. Ella evidentemente tenía sus reticencias al respecto, teniendo en cuenta las que nos ha liado el bueno de Pedrito una tras otra.

Pero claro, yo le recordé en ese momento que, cuando gobernó un tal Zapatero, del cual todos quisimos pasar página de su terrible gestión lo antes posible, y veíamos inviable que alguien pudiera cagarla aún más, llegó el amigo “Peter, el guapo”. Y batió el récord de la mezquindad, falsedad, irresponsabilidad, ilegalidad y muchos otros “dad” que me voy a ahorrar tener que repetir. Pero al igual que entonces, se nos olvidará, más pronto que tarde, todo lo que ha hecho cuando se largue para no volver.

Asi que recordar que Feijóo, ese hombre erudito donde los haya quería, entre otras, prohibir a todos aquellos que no estuvieran “pinchados” entrar en cualquier lugar de ocio, o espetar frases de las que ya nadie se acuerda como «La vacunación de sanitarios y cuidadores debería ser obligatoria» y otras perlas del estilo durante más de dos años. Ahí queda eso.

El problema es que no solo Alberto es un ser con ansias de poder y empleará todo lo que esté en su mano para llegar a la Moncloa y posteriormente hacer lo que le salga de la entrepierna. Si ponemos la mirada en el resto, Yolanda Díaz, Abascal, el propio Sánchez o cualquiera que opte a llegar hasta el bastón de mando, estaremos en el mismo escenario; Gente que mentirá una y otra vez para que, aquellos incapaces de discernir entre lo que es real y lo que no lo es, los alcen hasta ese sitio soñado; el gobierno de España.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio