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11M: 20 años de mentiras

Mañana se cumplirán 20 años del mayor atentado terrorista sufrido en Europa a lo largo de su historia, con 192 asesinados aquel fatídico 11 de marzo y 8 fallecidos más en los días posteriores. La versión oficial, la que nos contaron, la sabemos ya todos; lo que pasó realmente, pero sobre todo por qué pasó, y aún más importante, quién está detrás de aquel hecho sangriento, aún no.

Muchas han sido las voces discordantes que, a lo largo de estas dos décadas, han intentado esclarecer numerosas anomalías llevadas a cabo durante todo el proceso de instrucción del caso. Sin embargo, la falta de cooperación de distintos mandos de los cuerpos de seguridad del Estado, peritos, forenses o funcionarios de menor rango, han impedido de manera constante que se le pudiera dar luz a las diferentes incógnitas que aún hoy rodean el caso.

Quizás el hecho más sangrante y la actuación menos profesional de todas las llevadas a cabo por parte de los implicados en la investigación desde el primer momento fue la de Juan Jesús Sánchez Manzano, comisario principal del Cuerpo Nacional de Policía y jefe de los TEDAX en aquel 11 de marzo de 2004.

El procedimiento empleado por Manzano, en cualquiera de sus actuaciones, fue cuanto menos cuestionable. Aún más cuando descubrimos hechos tan desconcertantes como que se encargó de hacer desaparecer la mayor parte de muestras recogidas en el lugar de los atentados y que aún hoy nadie sabe dónde están o que se hicieron con ellas.

De las aproximadamente 90 toneladas de residuos que se fueron embolsando en aquellas primeras horas, solamente se conservaron 23 pequeñas muestras, algunas de ellas con un peso inferior a un gramo, haciendo muy complicado el posterior análisis químico por parte de los diferentes peritos adheridos al caso, para determinar el explosivo empleado en las explosiones.

Tampoco nadie se explica por qué, pero sobre todo quién, dio la orden de desguazar y mandar a achatarrar los trenes de los atentados apenas unas horas después de las explosiones, eliminando el escenario del crimen de manera casi instantánea. En casos similares al del 11M (atentado de cualquier tipo) pueden pasar incluso años hasta que se procede a la destrucción parcial o total de cualquier prueba relacionada con el hecho en sí.

Pero esto es solo una parte minúscula de las sucesivas «torpezas» por parte de los encargados de la investigación, a las que se suman cientos de preguntas que siguen sin respuesta 20 años después. Entre ellas y en relación con todo lo acontecido entre el 11 de marzo de 2004 y el 3 de abril de ese mismo año, momento en el que supuestamente se inmolan los presuntos terroristas en el conocido piso de Leganés, uno se cuestiona:

  • ¿Por qué no se encontró dinamita ni detonadores en la Renault Kangoo en el primer registro llevado a cabo por el CNP y los TEDAX?
  • ¿Por qué los trozos de Goma-2 ECO, actualmente llamado Riodín, encontrados en la Kangoo posteriormente, en la bolsa hallada en las vías del tren o en la mochila con una bomba sin estallar, son prácticamente iguales a los que tenían de muestra los TEDAX?
  • ¿Quién colocó el Skoda Fabia en la misma zona que la Kangoo días después de los atentados para justificar que había sido el coche empleado para desplazarse por los terroristas el 11M?
  • ¿Por qué la Brigada provincial de los TEDAX quedó totalmente al margen de la operación cuando eran ellos los que debían de haber actuado?
  • ¿Por qué se admitió a trámite la declaración de las dos rumanas que decían haber visto a un ciudadano con rasgos árabes y mochila en los momentos precedentes a las explosiones, si fue desestimada en primera instancia por carecer de rigor?
  • ¿Por qué se les dotó posteriormente a estas con una indemnización de 48.000 euros a cada una y se les incluyó dentro de la lista de las denominadas Víctimas del 11M?
  • ¿Por qué los acusados de cometer el 11M habían estado en seguimiento desde 2001 y este cesó precisamente tres días antes de los atentados?
  • ¿Por qué entre todos los acusados hay varios confidentes que trabajaban para los cuerpos de seguridad del Estado desde hacía incluso años?
  • ¿Cómo es posible que la policía estuviera al tanto del transporte, desde Asturias a Madrid, de la dinamita Goma-2 ECO, semanas antes de los atentados, y no hiciera nada para interceptarla?
  • ¿Por qué la policía no intervino cuando localizaron el 27 de febrero de 2004 la finca de Morata de Tajuña, donde supuestamente podía estar escondido una célula terrorista a las órdenes de Al Qaeda con intención de atentar en nuestro país?
  • ¿Cómo es posible que Juan Jesús Sánchez Manzano estuviera en todos los escenarios del crimen en relación con el 11M? Estación de tren minutos después de las explosiones, operación del piso de Leganés, recogida de muestras, etc.

Respecto al famoso piso de Leganés…

  • ¿Cómo es posible que la policía conociera la ubicación del piso de Leganés días antes de la explosión y no investigara al respecto?
  • ¿Dónde estuvieron metidos los supuestos terroristas durante más de tres semanas sin que nadie supiera de su paradero?
  • ¿Cómo es posible que en el informe oficial sobre la operación del piso de Leganés se hable de un tiroteo en el transcurso de la misma y no se encontrara ningún cartucho tras la explosión y posterior recogida de muestras?
  • ¿Cómo es posible que se colocaran inhibidores de frecuencia para inhabilitar los teléfonos móviles de los terroristas y luego se haga hincapié en que estuvieron llamando a sus familias para despedirse antes de inmolarse?
  • ¿Por qué no se intentó negociar en ningún momento con los terroristas para que salieran del piso y así evitar que estos lo volaran por los aires?
  • ¿Por qué no se informó que el piso contiguo al de la explosión de Leganés era de un ex agente de la U.C.O., y que en él, tras la explosión, se encontró infinidad de documentos relacionados con ETA?
  • ¿Cómo es posible que huyera del lugar, a pie, uno de los supuestos terroristas y no hubiera constancia de su paradero hasta años después?
  • ¿Cómo es posible que ese mismo terrorista fue absuelto de todos los cargos, tras un juicio celebrado posteriormente a su detención y, sin embargo, los 7 integrantes del comando que se inmolaron en el piso, fueran hallados culpables sin haber tenido la posibilidad de defenderse?

Como es posible…

La vida después del 11M  

Preguntas de este tipo llevan dos décadas formulándoselas infinidad de periodistas, abogados encargados de representar a las víctimas en el proceso o diferentes asociaciones adheridas a la causa, entre otros. Algo bien distinto es que alguien vaya a darles respuesta alguna, pero sobre todo que en algún momento se asuman las responsabilidades pertinentes por la distópica gestión del caso.

Por otro lado, el 11M no puede resumirse de manera exclusiva en los 192 fallecidos que perdieron la vida aquel día. La trascendencia de aquel hecho va infinitamente mucho más allá, teniendo en cuenta las circunstancias en las que se produce el mismo, pero sobre todo la fecha en la que se perpetró el atentado, a 72 horas de unas elecciones generales.

En aquel momento el PP aventajaba en intención de voto al PSOE en 7 puntos, o lo que es lo mismo, se sabía que el partido de Mariano Rajoy podría ganar con mayoría absoluta frente a un PSOE comandado por un desconocido Jose Luis Rodríguez Zapatero.

Sin embargo, aquellos tres días posteriores al atentado sirvieron para darle la vuelta a unos comicios que supondrían “el principio del fin” de como conocíamos a nuestro país hasta ese momento, convirtiendo España en la potencia irrelevante que es actualmente, gracias al apoyo de actores exteriores a los que se les otorga un papel decisivo en los atentados (Francia y Marruecos).

Los datos avalan esta teoría: pasamos de ser la 8ª potencia con mayor PIB nominal a la 15ª en la actualidad, así como a perder nuestra influencia política en el ámbito internacional. La decadencia desde entonces ha ido abrazando a una sociedad sin rumbo ni ambición, sentenciada al mayor de los ostracismos gracias a las decisiones políticas de todos y cada uno de los gobernantes que han ido haciéndose cargo del cortijo en estas dos décadas.

Bajo la bandera de las ideologías, PSOE y PP, han degradado el sistema hasta límites insospechados. Todo ello, unido a la inacción de buena parte de la sociedad, así como la pérdida paulatina de la soberanía por parte de las naciones, nos lleva hacia un futuro incierto en el que la libertad del individuo está en serio peligro de extinción.

De este modo, el panorama es desolador, quedando a la merced de los poderes políticos y económicos encargados de encubrir, precisamente, hechos como el 11M, o por qué no, de promoverlos. Uno debe preguntarse entonces, si aún no es consciente de ello, en manos de quien estamos, pero sobre todo cuáles son las herramientas para combatir a estas elites que dirigen el mundo a su antojo y evitar futuros sucesos como los acaecidos el 11 de marzo de 2004.

La respuesta no es sencilla, para nada. Sin embargo, debemos amarrarnos a la idea de que como sociedad podemos revertir nuestra situación si cada uno de nosotros somos capaces de poner nuestro granito de arena. Como nación hemos logrado sobrevivir a cuatro guerras civiles, una dictadura y 40 años de falsa democracia. Quizás haya llegado el momento de poner rumbo hacia un nuevo horizonte donde no puedan darse más «11M sin resolver» o al menos intentar evitarlos, no dejando nuestro devenir en las manos incorrectas.

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