Las corruptelas, de todo tipo, empiezan a acumularse de forma casi trágica en el entorno del PSOE. Nada raro, por otro lado, si tenemos en cuenta la base mafiosa sobre la que se erige el propio partido y el amplio catálogo de personajes rimbombantes que conforman su espectro político. Incluso los hay, como es el caso de Leire Díez, que realizan labores poco éticas con el fin de hacer funcionar esa llamada por ellos mismos “máquina del fango”, con la que desprestigiar a todo aquel que ose contradecir la versión oficial.
La misma maquinaria que, desde la directiva del partido, acusan de emplear directamente a sus rivales políticos, según conviene en momento y forma. Lo más llamativo de este asunto, el de Leire Díez y su obediencia sumisa, es como, tras estallar el escándalo político referente precisamente a los menesteres a los que se dedicaba la susodicha, la cúpula del PSOE en bloque se hayan amarrado al comodín de “nosotros no conocemos de nada a esta señora”.
Leire Díez, la enchufada a dedo y con paga Nescafé
Sobre esto poco o nada hay que decir, a tenor de la ingente cantidad de fotografías que han salido de Díez junto a todos y cada uno de los mandamases del PSOE, presentes y pasados. Sin embargo, uno se pregunta, haciendo un ejercicio de psicología manifiesta para entender la psicopatía que padece esta gente: Entonces, si nadie hasta hora sabía de la existencia de Díez y sus actividades ilícitas, ¿Leire se dedicaba a desempeñar este tipo de artimañas, en las pestilentes cloacas del poder, por amor al arte?
Nos referimos, por supuesto, al arte de la mentira, la desfachatez y la mayor de las desvergüenzas. Pero claro, conociendo un poco la trayectoria de la fulana y el modus operandi del partido al que profesa su devoción, tiempo y esfuerzos, es loable pensar que los cabecillas del PSOE mientan como bellacos. Como suele ser habitual desde que Pedro I el guapo tomó el mando y les hizo jurar a todos y cada uno de ellos que no dirían la verdad bajo ningún concepto si querían seguir chupando de la teta del Estado hasta que a él no lo echaran de la Moncloa o, como es probable que finalmente ocurra, terminara sus días bebiendo caipiriñas en República Dominicana como “exiliado político”.
Porque solo hay que ver la trayectoria de la tal Leire Díez para comprender muchas cosas. Entre otras que estamos ante el típico caso de enchufada a dedo y paga Nescafé a costa de todos los españoles, es decir, usted y yo, que se ha dedicado en cuerpo y alma a lo que mejor sabe hacer esta gente; obedecer las órdenes del partido que le daba de comer hasta ahora.
Repasemos sus méritos y trayectoria profesional y que cada cual saque sus conclusiones; “María Leire Díez Castro (Portugalete, Vizcaya; 28 de junio de 1975) es una periodista (sin titulación alguna) y política española que ha sido concejal y ha ocupado cargos de asignación directa en empresas públicas como ENUSA y Correos cuando estaba afiliada al Partido Socialista Obrero Español.”
Su último “trabajo conocido” ha sido el de interactuar con todos aquellos que controlan las cañerías del Estado con el fin de alentarlos a que realizarán acciones ¿poco éticas? (Podríamos denominarlo así) con un único fin; beneficiar los intereses políticos del PSOE y sus socios de gobierno, a base de medrar la intimidad y derechos de determinadas personas no afines a la ideología de estos últimos.
No hace falta decir a estas alturas que andamos metidos en una ciénaga de fango institucional hasta la base de las pelotas (de la bisectriz en caso de que usted sea una dama) esto no es un hecho imputable en exclusiva al PSOE y sus técnicas más parecidas a las de la mafia siciliana que a las de un partido político al uso.
La era de la democracia en España, siempre ha estado marcada por este tipo de filigranas al margen de la ley por parte de unos y otros. Es lo que tiene la partitocracia y la inexistencia de una verdadera separación de poderes; no se olviden nunca de una de las más célebres afirmaciones de nuestro presidente a raíz de esta cuestión: “¿La fiscalía de quién depende…? ¿De quién depende?… Pues eso.”
Como era de esperar la tal Leire, al ser puesta ante el foco periodístico de nuestro país, lo primero que hizo fue entregar al PSOE toda la documentación que había recopilado de los diferentes frentes abiertos que llevaba en danza, solicitando además su baja voluntaria del partido. Esto último, probablemente, bajo la recomendación de su amado líder y con promesas incluidas de que saldría indemne del pastelón en el que anda metida.
Posteriormente, ofrece una rocambolesca rueda de prensa con invitados estelares incluidos. El nuevo salva patrias de la derecha, Víctor de Aldama, antes un corrupto a las órdenes y caprichos de la izquierda, se enzarza verbalmente con ella, incluso llamándola sinvergüenza en un contexto que, cuanto menos, causa vergüenza ajena.
Para rematar el show, en estos últimos días Leire, la periodista, política y asalariada en empresa pública gracias a los designios del PSOE, ha aprovechado su tirón mediático para hacer una tournée televisiva por los diversos platós de las principales cadenas de TV. Allí ha seguido manteniendo su versión inicial, la de que ella solo intentaba investigar lo que se cuece en las cloacas del Estado con la única intención de mostrarlo a la sociedad.
Sin embargo, los audios en los que ella misma se autodenomina “la fontanera del PSOE” contradicen su versión oficial, algo que a todas luces se presenta como la verdadera vía argumental del asunto. No sabemos cómo terminará Díez, sus jefes y todos aquellos implicados en tan bochornosa actividad ilícita e indecorosa. Es probable que Leire acabe contándonos toda la historia en un libro autobiográfico, su única intención desde el principio, según ella misma.
También puede ser que esta sea la última treta del PSOE al frente del gobierno de España, aunque ya sabemos las dotes antinatura con las que cuentan para salir indemnes de asuntos tan farragosos como este. Y si no miren a nuestro querido presidente pidiendo perdón por las corruptelas de sus colegas de viaje por toda España, Santos Cerdán y Jose Luis Ábalos, en el mítico Peugeot 407, cuando este se dedicaba a hacer campaña por la secretaría de su partido, al más puro estilo freelance, en un ya lejano año 2016.
Sea como fuere, el espectáculo está servido y mientras tanto la oposición política sigue, como hasta ahora, sin hacer absolutamente nada. Bueno sí, dedican su tiempo libre a montar manifestaciones en Madrid pidiendo el adelanto de las elecciones, aunque rezando que las estadísticas de asistencia no se le pongan también en su contra y se termine destapando lo que ellos sienten pánico de ver y escuchar, que cada vez menos gente confía en que puedan sacarnos de este lodazal sistémico en el que ya no hay una salida válida “ni pa´lante ni pa´tras” y mucho menos a la izquierda o la derecha.