Filosofía de bolsillo

La felicidad, esa fugaz y exigua «rara avis»

Hace unos días me encontraba con esta pequeña reflexión de la escritora británica Virginia Woolf, que forma parte de los textos de uno de los libros que componen su extensa obra;

“Hay un tipo de tristeza que viene de saber demasiado, de ver el mundo como realmente es. Es la tristeza de entender que la vida no es una gran aventura, sino una serie de pequeños e insignificantes momentos. Que el amor no es un cuento de hadas, sino una emoción frágil y fugaz. Que la felicidad no es un estado permanente, sino una rara y fugaz vista de algo que nunca podremos sostener. Y en ese entendimiento, hay una profunda soledad, una sensación de estar aislado del mundo, de otras personas, de uno mismo.”

Se me vino a la cabeza como, de manera asidua, no solemos reparar en esta realidad manifiesta que suele darse en la vida de la mayoría de nosotros. De algún modo escenifica la crudeza a la que nos vemos sometidos y como solo unos pocos, logran atisbar tal sinsentido vital e intentan, de manera eficiente, darle “la vuelta a la tortilla” emocionalmente hablando.