El día de la marmota en versión española
Ya llevamos varios meses escuchando de manera continuada lo que se nos avecina, una crisis de órdago provocada nuevamente por la incompetencia de los de arriba, o más bien, la sempiterna costumbre de hacer siempre justo lo contrario de lo debido, con lo que ello conlleva después para el grueso de la población que conformamos este país maldito. Para el que aún no esté al tanto, estamos actualmente en una situación muy similar a la de 2008, aunque ahora las causas de un posible boom económico, digo lo de boom porque esto estallará antes o después, sean totalmente distintas a las de entonces.
Pero igual que ya sucedía hace dieciséis años, se repite el mismo patrón «pueblo-político» de turno; volvemos a mirar hacia los lados, buscando culpables de algo que solamente nosotros mismos creamos por nuestra falta de consciencia, pero sobre todo de moral. Todo ello marinado con esa dejadez histórica de echarle pelotas al asunto en el momento indicado y acabar de una vez por todas con un sistema corrupto muy asemejado a esas repúblicas bananeras que terminan apoyadas por expresidentes europeos (nuestro queridísimo Zapatero es uno de ellos) que se visten con los ropajes de la democracia.
