Actualidad

Campeonatos Mundiales de TreeHugging: De abrazar árboles va la cosa…

En ocasiones, quizás menos de lo que deberíamos, uno debe de tomarse la vida con la medida exacta de guasa si no terminas por querer morir de hastío, o asco directamente, al contemplar lo que nos circunda de manera constante. Es por ello que la otra mañana, al leer un correo electrónico en el que me ponía al corriente del noble ¿deporte?, de abrazar árboles, me dio por pensar en la capacidad que tienen algunos de que todo les importe un carajo, o cuanto menos hacer que así lo parezca. Me explico.

No está mal eso de conectar con la naturaleza y tal. Llegado el caso, incluso terminar interactuando con ella de manera equitativa y respetuosa, faltaría más. Pero eso de ir abrazando árboles y que encima de todo sea en modo competición, como que no me entra en la cabeza. Sí, lo sé, mi mente de machirulo, retrógrado y heteropatriarcal no me deja ver más alla de mi pronunciada nariz.