Falsas Expectativas, infelicidad constante
Dándole vueltas a mi cabeza, esa que no deja de reconfigurar mis ideas y principios de manera constante, pensaba el otro día en el hecho de que de nos pasamos toda la vida queriendo lo que no tenemos, anhelando aquello que ya pasó. Buscando caminos alternativos para intentar alcanzar lo más rápido posible una meta idealizada, a la que por lo general no solemos llegar. Sintiéndonos insatisfechos de manera continua y envidiando a todo aquel que nos rodea. Ya sea por el coche que tiene, la mujer con la que está casado, o el marido; la casa donde vive o el lugar donde viaja en sus vacaciones. En definitiva, perdemos nuestro tiempo, y por ende nuestra vida, en crearnos falsas expectativas, que en la mayoría de los casos jamás se cumplirán.
